El precio en el marketing se define generalmente como la cantidad de dinero que un cliente está dispuesto a pagar para obtener los beneficios de un producto.
Esta es una definición a simple vista. Pero vamos un poco más a fondo: imagínate que eres el cliente y te preguntas: ¿qué me hace estar dispuesto a emplear cierta cantidad de dinero para obtener los beneficios de un producto?
El hecho es que el precio ha sido el principal determinante de la elección de los consumidores.
Y con las posibilidades abiertas por Internet a los consumidores, este determinante se ha intensificado.
Con la Internet, los consumidores pueden:
- comparar instantáneamente precios entre miles de vendedores;
- obtener productos gratis;
- personalizar las ofertas que están buscando;
- estipular el precio que están dispuestos a pagar y encontrar el precio que desean;
- negociar precios en intercambios en línea, presenciales o en subasta.
Así, lo que define y condiciona la disposición de los clientes en emplear determinada cantidad de dinero para obtener un producto son varios elementos.